lunes, 18 de febrero de 2008

Robots en las pruebas químicas


Científicos del gobierno de EE.UU. propusieron el jueves limitar la experimentación de sustancias químicas potencialmente tóxicas en animales y sustituir esta práctica con nuevos métodos de evaluación de alta tecnología.
Según el acuerdo convenido entre la U.S. Environmental Protection Agency, los U.S. National Institutes of Health y el U.S. National Toxicology Program, las pruebas de toxicidad se empezarán a llevar a cabo con células humanas en laboratorio, robots y modelos computarizados. Este método hará posible que los investigadores analicen más datos sobre los efectos tóxicos de las sustancias químicas, desde pesticidas hasta productos de limpieza para el hogar, con mayor rapidez, reduciendo en gran medida la necesidad de experimentar con animales.
"Esta colaboración para la investigación científica que anunciamos hoy tiene en verdad el potencial de revolucionar el modo en que se identifican las sustancias químicas tóxicas", aseguró durante una teleconferencia en la mañana el Dr. Francis Collins, director del U.S. National Human Genome Research Institute.
Esta colaboración es aún un esfuerzo de investigación, anotó Collins. "A largo plazo, seremos capaces de hacer un mejor trabajo en la predicción de la toxicidad con el uso de pruebas basadas en células, pero aún desconocemos si este método será tan bueno como esperamos. El propósito de esta colaboración es evaluar esta vía", dijo.
El informe que describe la propuesta aparece en la edición del 15 de febrero de la revista Science.
Históricamente, saber si una sustancia química es tóxica o no siempre se ha conseguido mediante la inyección de tales sustancias en animales de laboratorio, y su posterior observación para ver si se enferman. "Aunque esa metodología nos ha brindado información valiosa, es costosa, requiere demasiado tiempo y usa un gran número de animales, pero no siempre predice qué sustancias químicas resultarán perjudiciales para los humanos", destacó Collins.
Las nuevas tecnologías han hecho que la evaluación de sustancias químicas sea mucho más rápida y precisa.
"Como sociedad, necesitamos probar miles de sustancias químicas en miles de condiciones a un ritmo más rápido que en el pasado", planteó durante la teleconferencia el Dr. Elias A. Zerhouni, director de los National Institutes of Health. "La idea aquí es descartar el paradigma del siglo XX de probar un compuesto a la vez en muchos animales y pasar al paradigma del siglo XXI de probar entre cinco y 10,000 compuestos contra 5,000 o 20,000 condiciones en células que son específicas para la toxicología humana".
Estos nuevos métodos abarcan el uso de robots de exploración automatizados de alta velocidad para probar los compuestos químicos sospechosos, en lugar de animales de laboratorio.
Lo que las agencias federales tratan de hacer puede entenderse al comparar lo que se ha hecho hasta ahora con lo que ellos esperan lograr en el futuro gracias a las nuevas tecnologías.
Por ejemplo, el National Toxicology Program tiene casi 30 años de existencia. Durante ese tiempo, el programa ha evaluado 2,500 compuestos químicos en animales. Sin embargo, con los nuevos métodos, se podrá experimentar con 2,500 compuestos en quince concentraciones distintas en tan sólo una tarde, explicaron los científicos federales.
Los científicos señalaron que aún no está claro cuánto tiempo falta para implementar por completo estas pruebas de alta tecnología. Tampoco tienen claro qué cantidad de la exploración con animales puede ser eliminada, apuntaron.
Aún así, los grupos de defensa de los animales creen que el nuevo plan sería un paso gigantesco en la limitación de la experimentación con animales.
"Estamos muy emocionados con esta acción del gobierno de EE.UU.", dijo Kate Willet, asesora política principal de People for the Ethical Treatment of Animals (PETA). "Representa un verdadero cambio de paradigma, una nueva forma de concebir las pruebas de toxicidad, lo que es fabuloso".
Los nuevos métodos no sólo dependen menos de los animales, sino que hacen un mejor trabajo en la protección de la salud humana, destacó.
"Esperamos que esta nueva tendencia dé el ímpetu necesario para vencer la inercia histórica que ha prevalecido tanto en el National Toxicology Program como en la EPA", dijo Willet. "Ambas organizaciones dependen demasiado de la experimentación con animales y siempre han sido muy renuentes a buscar nuevos métodos de evaluación. Esperamos que esta nueva perspectiva sea capaz de superar la inercia".

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